Con todo lo que está cayendo, hay que arrimarse a quien tiene el conocimiento válido.
Porque con la de bulos que se están lanzando por todas partes, hay que arrimarse a la buena información, científica y rigurosa.
Y hoy te voy a compartir información que proviene del conocimiento, de evidencias científicas que nadie, y repito, nadie, puede refutar.
Pueden decirte que no es verdad, y ya está.
Pero una afirmación sin que sea demostrable no deberías aceptarla.
Así que te animo a buscar todas y cada una de las afirmaciones que hace Jon en este audio, para que puedas comprender profundamente algo que tiene no poca importancia para comprender qué es lo que realmente deteriora nuestra salud.
Y qué es lo que no la deteriora.
Que es tan o más importante ahora mismo.
Así que desenrrolla las orejas, como nos enseñó Ana Pau en el episodio 11 del podcast VidaEnSalud, y pon toda la atención, porque lo que vas a escuchar hoy es clave.
Entre el sonido de fondo del mar y la excitación de estar hablando de esto tan importante, yo casi que hablo a gritos, ya me perdonaréis.
He intentado mejorar el audio tanto como he podido, espero que sea agradable de escuchar.
Qué es un virus
Pues es tan fácil de entender un virus como que es una molécula cristalizada, una cadena de ARN envuelta en una cápsula de proteínas.
Es una cápsula información genética (ADN) envuelta en proteína o lípidos.
Es ubicuo está en todas partes, en el mar en las plantas en la tierra, incluso en nuestro mismo ADN, un 10% de nuestro ADN son virus insertados en nuestro ADN.
Porque hemos de recordar que un virus es un trozo de ADN que está por ahí suelto envuelto en una cubierta proteica.
Y la información para desarrollar esa cubierta protéica está en la misma secuencia del virus.
Es decir, el virus es una cadena de ADN y una parte de esa cadena contiene la secuencia para codificar la cápsula que permite el virus salir al exterior.
Entonces tanto esa secuencia que forma el virus como la secuencia que forma la cápsula están presentes en nuestro ADN.
Un 10% de nuestro ADN está hecho literalmente de virus y muy probablemente la mayor parte de nuestro ADN deriba de la actividad vírica.
De dónde procede la idea que tenemos de los virus
Cuando se descubrió el microscopio electrónico descubrieron unas partículas que no se podían detectar con el microscopio óptico porque eran tan pequeñitas que no se alcanzaban a ver.
Pero antes de este descubrimiento, algunos científicos de la época ya habían decidido que debía haber una partícula muy pequeña que era la causante de las enfermedades.
Y cuando el microscopio electrónico descubrió la existencia de esas partículas, rápidamente decidieron que eran esas.
Que eran las que habían deducido que causaban las enfermedades.
Al virus le habían colgado el San Benito antes de haberlo visto por primera vez.
Las funciones de los virus
Tenemos muchísima información a este respecto, muchísimos estudios publicados, lo que ocurre que la atención que se dirige hacia los virus está exclusivamente focalizada hacia el aspecto de elementos patógenos o supuestamente generadores de enfermedad.
Por este sesgo histórico de que fueron descubiertos investigando las enfermedades y es cierto que encontramos virus asociados a muchas enfermedades.
Es decir que si tomamos una muestra de mucosa de una persona con gripe, podemos encontrar una muestra de este virus que llaman virus de la gripe.
Pero esto no significa que sean los causantes de las enfermedades, esto significa que son un bioindicador fiable de una enfermedad deterninada.

Es más sabemos que los virus cumplen funciones fundamentales.
En la regulación de las bacterias en las aguas del mar, en la regulación de la nucleación de las nubes,
Tienen funciones ecológicas importantísimas y también en nuestra salud.
En la regulación de la expresión de ciertos genes muy importantes, en la regulación de procesos de nuestro desarrollo embrionario.
Lo virus endógenos, los virus que emiten nuestras células, sabemos ya que cumplen funciones importantísimas.
Es decir que son partículas de información pero no son partículas de información que estén ahí azarosamente.
Están cumpliendo funciones.
Están ahí para algo.
Y dentro de esta enorme cantidad de virus tenemos una pequeñísima parte que son virus que los encontramos asociados a enfermedades y que son los que más se han investigado.
La investigación sobre los virus
Pero estamos muy limitados a la hora de investigarlos porque no se pueden ver a la luz del microscopio óptico no podemos verles en acción.
Simplemente se les puede hacer fotografías e interpretar lo que vemos en ellas.
Es como si hiciéramos una fotografía de una escena del crimen,no pudiéramos ver lo que allí ha pasado y viéramos un personaje y simplemente, por estar en la escena del crimen, le hecháramos la culpa de todo, por así decirlo.
Nos montamos la película.
Vemos un escenario inmovil y nos inventamos la historia que ha estado pasando en ese escenario.
Y estos virus asociados a enfermedades, los encontramos también en enfermedades que no son infectocontagiosas.
Encontramos virus específicos en la artritis reumatoide, en diversos tipos de tumores, probablemente en todos, pero se ha publicado sólo en algunos, como en el cáncer de pecho.
Incluso en la esquizofrenia.
Esto está publicado.
Se sabe que en ciertas condiciones sistémicas el organismo emite ciertos virus específicos.
Y muy especialmente, en los procesos del desarrollo del tejido embrionario hay una gran expresión de elementos retrovirales.
Retrovirus es, lo mismo que un virus, pero en lugar de ADN es ARN.
Es una secuencia de ARN que tiene el gen de la transcriptasa inversa para volver a ser ADN.
Y a la luz de los datos que tenemos hoy sobre los virus, deberíamos ser conscientes de que nuestro conocimiento sobre ellos es muy superficial.
Que sabemos que son un elemento fundamental de la información biológica, que la información biológica es mucho más compleja de lo que nos creíamos, y además es un sistema abierto, en el que las colonias de microorganismos e incluso los organismos pluricelulares mantienen una comunicación entre los sistemas genéticos y los virus, en esa matriz de información biológica, juegan un rol fundamental.
Y de todo este entramado sólo hemos rascado la puntita del iceberg
En qué punto de conocimiento estamos sobre los virus
Se pensaba que conocíamos los fundamentos de la información biológica cuando se descubrió la forma en que el ADN se traduce a proteínas, pero, en la práctica, la información que nos ha dado el proyecto genoma humano, por ejemplo, ahora mismo es evidente que eso es sólo una parte ínfima de lo que es el sistema de información biológica.
Y la gran prueba de ello es que esto que se llamó ingeniería genética, no llegó a poder tener los resultados que se esperaban.
No se llegó a poder diseñar organismos.
Porque un organismo es mucho más que una secuencia de genes codificantes.
De genes codificantes, de hecho, compartimos la mayoría con la mayoría de los mamíferos y si somos humanos no es porque tengamos genes diferentes, sino por cómo se regula toda esa información genética durante el desarrollo embrionario.
Y eso es algo, que tiene unos niveles de complejidad a los que todavía no llega la ciencia.
Y dentro de esa ignorancia que tenemos, sabemos que hay unos elementos muy pequeñitos, que están sueltos por en medio y que toda nuestra atención está puesta sobre ellos como supuestos agentes patógenos.
Pero realmente no sabemos casi nada de ellos y realmente los virus no cumplen los postulados de Koch.
No se ha llegado a probar que un virus sea causante de ninguna enfermedad.
Esto tal vez puede parecer muy chocante pero es así.
Incluso podrían ser protecciones que nuestro cuerpo genera.
Se sabe, que es así.
Nuestras mucosas están llenas de virus que cumplen un rol fundamental en la regulación de nuestras poblaciones bacterianas.
Las últimas estimaciones dicen que en nuestro organismo tenemos entre 5 y 25 veces más virus activos que bacterias, y a su vez tenemos 10 veces más bacterias que células nuestras.
Estamos hablando solamente de virus activos, no estamos hablando de toda la carga viral que tendríamos en nuestro ADN.
Que se expresarían cuando hiciera falta.
Son como reservas.
Como los soldaditos que están ahí en la retaguardia.
Los exosomas
Y luego, la palabra exosoma, que cada vez se habla más de exosomas y esto bajo mi punto de vista es buena señal.
La estructura de un exosoma es idéntica…
Es un virus, es lo mismo.
Lo que pasa es que virus ahora mismo se utiliza de forma genérica, para hablar de cualquier trocito de ADN envuelto en una cápsula, mientras que la palabra exosoma hace mención a que esa cápsula ha sido fabricada y emitida por la célula.
Y según muchos investigadores es probable que la mayoría de los virus, si no todos, la mayoría de los virus naturales asociados a enfermedades tengan este origen.
Que sean en realidad exosomas, sean virus endógenos.
Y esto incluye a los coronavirus.
Los virus híbridos
Lo que pasa es que también tenemos otro tipo de virus, que no tienen un origen natural, los virus híbridos, que parece que muy probablemente tienen su origen en la manipulación en laboratorio, sobre todo en la investigación vacunológica.
Y aquí por no entrar en los estudios de ganancia de función, que también existen.
Estudios que se hacen para intentar que un virus se haga más virulento y más letal.
Para que se adapte mejor a las células humanas también.
La industria vacunogénica
Pero independientemente de los estudios de ganancia de función, la misma industria vacunogénica, lo que se dedica es a cultivar virus en células.
En cultivos de células de laboratorios y para eso normalmente utiliza células de tejido embrionario, porque son las que se replican más rápido y son las que replican el virus a mayor velocidad.
Los virus, partículas inertes
Hay que tener en cuenta que al virus es una partícula inerte.
Son las células las que hace y desahacen.
El virus en sí mismo no tiene ningún comportamiento de los que podemos tener asociados a un ser vivo.
Un virus no tiene una regulación interna, un metabolismo, un movimiento propio, una capacidad de percibir el entorno y responder…
Eso es una propiedad de las células y de los seres vivos
Entonces cuando hablamos de que un virus hace…
Un virus no hace nada, es la célula la que interpreta la información del virus, decide si replicarla o no.
O sea que te pueden poner un virus en una vacuna y si tu célula no interpreta y replica esa información, ese virus se elimina, pero igual en otra persona, por lo que sea. la célula la replica y la usa en el organismo al que pertenece y puede pillar una enfermedad bastante grave.
Desde luego estudios y denuncias no faltan de estragos tremendos que se han causado con la vacunación.
Aunque nos hayan presentado al virus como un ser con una intención concreta: la de dañarnos, infectarnos.
Pues no.
El virus no está vivo, no tiene intención y no hace nada en nuestro organismo.
Son las células las que interpretan la información y, en todo caso, toman la decisión de replicar esa información que transporta ese «virus».
Pero no se molestan en investigar más.
Desde entonces y ampliamente apoyados por la industria química, los científicos continuaron con sus investigaciones manteniendo la suposición (no demostrada) de que esa partícula que llamaron virus (que significa veneno), era la causante de las enfermedades.
Y hasta aquí hemos llegado, en el momento en que esta diminuta partícula es usada para aterrorizar a masas ingentes de humanos mediante la escenificación y las notícias fake que se distribuyen amplia e impunemente por los medios de comunicación.
Pero mentir es un delito ante la ley natural, lo que podríamos llamar la ley de Dios.
Lo digo para que no olvidemos ni lo que es justo, ni lo que tiene poder sobre todo lo demás.
El contagio
La ciencia es todavía bastante ignorante en cuanto a la sutileza de los procesos biológicos y de la vida, y aquí hay muchas cosas que podríamos decir, y quizá nos podríamos centrar en la enfermedad infecciosa más común que conocemos todos, que es la gripe.
Realmente no hay una comprobación científica de como sucede el fenómeno del contagio.
Para Jon el fenómeno del contagio tiene ciertas características que no se corresponden con esa azarosidad de un elemento que se va propagando y que va infectando.
Porque hay cierta inteligencia, en los procesos de contagio, dentro de las familias, dentro de los grupos.
Desde su punto de vista cree que le contagio tiene que veer con lo que muchos investigadores llaman el biocampo.
Es decir el campo de información no material que está presente en cualquier sistema orgánico, tanto en los ecosistemas, como en los microorganismos.
Somos algo más que moléculas orgánicas.
Somos seres electromagnéticos también.
Tenemos un campo electro magnético, y ahí si que estamos en pañales, a la hora de entender todo esto.
Aquí el nombre que recomiendo es Ana Maria Oliva y a nivel internacional hay un biólogo muy importante que es Ruperd Sheldrake, que es el que habla de los campos morfogenéticos.
Y he de hacerte saber que ya tenemos acordado con Ana Maria encontrarnos un día para hablar de su especialidad.
Y todo esto, para un tipo de ciencia en el que hemos sido educados que tiene una visión muy materialista de las cosas, puede sonar un poco excéntrico. o no sé como puede sonar.
Pero realmente y a la luz de la información que tenemos hoy en día, tiene todo el sentido del mundo que los sistemas biológicos se mueven dentro de un campo de información en el que se transmite información, de una forma mucho más inmediata.
También hay un médico, Patrick Quanten que explica que la comunicación interna del cuerpo es mucho más inmediata, mucho más rápida que si tubiéramos que explicar cómo tiene que llegar la hormona de este tejido a este otro…
Hay una comunicación mucho más inmediata que tiene que ver con este biocampo.
Entonces creo que el fenómeno del contagio va a ir bastante por ahí.
Porque los seres vivos, entre nosotros, nos transmitimos información de una forma no material,
La gripe
Entonces es interesante ver que la gripe es una enfermedad, pero si observamos la clínica de la gripe, vemos que es un proceso de depuración del organismo, en el cual todos los síntomas están orquestados por el propio organismo para canalizar toda su actividad a procesos adaptativos y a procesos de limpieza interna.
Es el organismo el que vasocontriñe los capilares cerebrales para que te llegue menos oc¡oxígeno al cerebro y gastes menos energía pensando, lo mismo en los músculos y se dedica a sacar moco a expulsar a través de la piel, a través de la sudoración, …
Es decir se dedica a una actividad de limpieza interna.
Parece que el cuerpo se está adaptando a algo.
Y además tiene un carácter estacional.
Sabemos que se da sobre todo durante la estación fría, que es algo que desde el paradigma del patógeno no tiene explicación.
El virus está en tus mucosas a 37 grados centígrados ¿cómo le va a afectar el calor?
Ni calor ni el frío.
Ni siquiera es un ser vivo. Es una molécula cristalizada.
La gripe se llama influenza porque desde antiguo se sabe que hay una influencia en el ambiente, una influencia climática que propicia este estado biológico.
Hay un investigador que se llama Hope Simpson que fue el primero que dijo que la gripe tenía más que ver con una falta de Vit D, por eso se producía en las temporadas invernales.
Pero Jon cree que la ciencia actual no alcanza a comprender esa sutileza de los procesos de autoregulación del cuerpo.
Por ejemplo en la medicina china si que se habla de una forma mucho más sutil de cómo el cuerpo autoregula su temperatura intena, que es algo complejisimo.
En la carrera no nos han hablado de ningún macanismo fisiológico que realmente explique eso.
Los chinos hablan mucho de eso.
Y parece ser que cuando hay cambios de temperatura el cuerpo necesita hacer unas grandes adaptaciones internas y puede ser que estas adaptaciones internas sean tan grandes como para que necesites estar en la camita un par de días.
Entonces la gripe es un proceso que tiene sentido y tiene una coherencia.
Tiene mucho más sentido entenderla así que como que estás luchando contra un bichito que te está atacando.
Y luego también he observado que el contagio sucede dentro de una coherencia.
Porque por ejemplo en familias que de repente, se pone malo todo el mundo a la vez, menos uno. Y siempre hay uno que está bien para cuidar a los demás.
O esto de que estás trabajando súper estresadísimo y luego cuando llegan las vacaciones o el fin de semana el cuerpo dice ¡Ahora!
Como que hasta el momento no te permitías ponerte malo porque estabas con el programa de responsabilidad.
Y luego cuando dejas de tener responsabilidades y te puedes permitir estar días en la cama…
Hay una inteligencia.
No parece que el contagio sea una cosa azarosa.
Seguramente, si la inversión y los esfuerzos en la investigación científica estuvieran destinados a investigar, comprovar y corroborar evidencias, en lugar de a confirmar la versión pre-establecida de que los virus con causantes de la enfermedad, podríamos poner la atención en el motivo por el que se da lo que llamamos «contagio», que se nos presenta como algo totalmente arbitrario, que puede darse por el mero hecho de estar cerca de una persona «portadora del virus» sin ninguna razón.
Si fuera así sería el único campo en el que la naturaleza no tendría una razón para establecer un patrón de «comportamiento», cosa que de por si, ya lo hace algo menos creíble dentro de lo poco creíble que ya es.
Porque todo en la naturaleza tiene un motivo y una función.
Tal vez esto cueste de entender, pero ten paciencia, poco a poco iremos desvelando cómo esto es así.
En este, en episodios anteriores y en futuros.
También tienes los cursos de la academia, que te puden ayudar a comprender, si quieres.
De todas maneras, el fenómeno del contagio dice Jon que, se en su mayoría, se escapa de la comprensión de la biología, porque seguramente tiene más que ver con el campo magnético humano.
Así que quedamos emplazados a tener una charla con Ana Maria Oliva que es la experta en campos magnéticos humanos.
Si observamos una gripe vemos que tiene unas características muy concretas.
La clínica de la gripe tiene unos procesos que dan unos síntomas que concuerdan completamente con un proceso de depuración del organismo.
Como si éste estuviera necesitando hacer algún ajuste eliminando sustancias.
Conclusión sobre el contagio
No comprendemos bien cómo se realiza el fenómeno del contagio, pero está claro de que no es una cuestión de que ha entrado un elemento externo, azarosamente y te ha tocado, sino que tu organismo es el que está decidiendo expresar esa información.
No es ese fenómeno de que te pego la peste, sino que, a lo mejor yo traigo una información, a lo mejor simplemente estamos compartiendo una información común, porque estamos viviendo una situación común, y el contagiado realmente está poniendo de su parte por contagiarse de esa información.
Eso es lo que yo creo que si atendemos un poco podemos observar que el fenómeno del contagio responde más a ese tipo de dinámica.
¿Pueden los virus formar parte de ese contagio?
Quizá, en algunos casos.
¿En el caso de la gripe?
Puede ser.
Pero, insisto, aunque formaran parte de ese contagio, el virus no sería el responsable de nada, sería tu cuerpo y las células de tu organismo las que estarían interpretando la información y dirían a mira, pues sí. Tenemos que hacer aquí unos ajustes y necesitamos 3 días de cama.
Y esa es mi visión personal.
Y ya te digo que a nivel científico estamos bastante en pañales todavía.
Cómo me protejo yo, Diana Valeria, de la gripe
Pues yo hace por lo menos 20 años que no cojo una gripe.
¿Y sabes por qué?
Porque me programo procesos depurativos periódicamente.
He comprendido que mi organismo necesita sus espacios para limpiarse profundamente por dentro y le facilito el trabajo.
Preparo mi cuerpo suavizando la dieta y limpiándolo con purgantes y enemas, hasta meterme en ayuno.
Y en ayuno dejo a mi cuerpo descansar y limpiar, de forma natural.
Entonces tengo algunos síntomas como moqueo, por ejemplo, y muchas veces dolor de cabeza, debido al tipo de toxemia que en mi se acumula, pero nada más.
Luego sigo las pautas para salir del ayuno y ya está.
No me enfermo.
No lo necesito, mi cuerpo ya tiene sus espacios de auto regulación porque yo se los respeto y no tiene que entrar en ellos forzando mi dinámica vital.
La visión vibracional del contagio
Sobre este tema de la implicación de los biocampos en el fenómeno del contagio, creo que hay poquita cosa …
Está la obra de Arthur Robert Firstenberg, que relaciona los cambios de tipo electroagnético en el ambiente con las grandes epidemias de gripe…
Es un tema que deberíamos investigarlo.
Arthur Fistenberg
Sobre los coronavirus
Deberíamos estudiar más los coronavirus, porque yo creo que tenemos suficiente información como para llegar a la conclusión de que son virus endógenos, que se expresan en el tejido embrionario de todos los mamíferos.
Es decir que son… como dicen, exosomas.
Se sabe.
Es indiscutible que las células emiten virus, que los virus endógenos existen y los emiten las células.
Nadie te puede decir que no es así.
Los virus híbridos
Y también se sabe que las células de tejido embrionario tienen una actividad retroviral muy intensa.
Todos estos virus que se consideran causantes de estas enfermedades tan graves de las últimas épocas, como el SARS-COV 2, el H1N1, el H1N5, el VIH, etc… Son todos virus híbridos.
Así que lo más probable es que provengan de virus humanos cultivados en laboratorios en células de tejido embrionario de otros animales.
Jon dice que esto le parece de perogrullo, de «dos más dos son cuatro».
Yo le comento que todo parece indicar que crean un virus, lo cultivan, lo sueltan y luego le atribuyen unas enfermedades porque ya lo han creado con ese fin.
Él comenta que, los estudios que hay publicados dan como mínimo para sospechar.
La PCR
La PCR sirve para amplificar ADN.
Cosa que es un invento importantísimo, pero que cuanto menor sea el imput inicial de un determinado ADN, más provabilidades de error da.
Y Kary Mullis dijo que no servía para detectar, para diagnosticar infección por un virus.
Que podía ser útil una vez que tienes identificado un ADN que sabes que está ahí, como por ejemplo en criminología, que una vez tienes identificado un ADN humano,, se amplifican unas regiones concretas, que son como nuestra huella digital genética, y se puede saber a qué persona pertenece esa mezcla.
Estamos entonces hablando de una muestra de un ADN que sabemos que está ahí en abundancia.
Pero si la muestra de ADN es muy pequeña, como pasa con la presencia viral, la información se pierde.
La PCR es como su fuera una encima que va duplicando una información genética.
En la primera vuelta tuvieras 20 muestras de ADN, en la siguiente extrae 40, en la siguiente 80, …
Y así se va amplificando.
La va amplificando.
Y cualquier pequeñito error al principio también se va magnificando.
Se repite una serie de ciclos hasta que se llega a millones de copias.
El ADN amplificado suele llevar un marcador fluorescente y a partir de una determinada densidad, ya se empieza a ver.
La muestra se solidifica en forma de gel y cuando emites sobre ella una determinada longitud de onda (una luz, por ejemplo), esa fluorescencia se hace visible.
Pero para eso ha de haber una cantidad mínima de la muestra de ADN, en este caso amplificado.
Cuanto menor sea la cantidad inicial de ADN más ciclos son necesarios.
De fora que la provabilidad de error aumenta exponencialmente y entonces la prueba ya no es fiable.
Entonces en cada laboratorio dicen, a partir de tantos ciclos la prueba no es fiable.
Por ejemplo, a partir de 45 ciclos, se sabe que no es fiable.
Si una muestra se ha tenido que repetir 45 ciclos la prueba PCR es que no había casi nada de ADN y las probabilidades de error son mucho mayores.
Cada laboratorio pone un número de ciclos diferente, porque no hay una prueba científica que haya definido realmente cuál es el número de ciclos a partir de los cuales deja de ser fiable la prueba PCR.
No existe lo que se llama el standard de oro.
No se ha cotejado a partir de cuántos ciclos deja de ser fiable la PCR.
Si lo ponemos en 45, todos daríamos positivo en la PCR, si lo ponemos en 30, todos daríamos negativo.
Se está partiendo de una decisión completamente arbitraria.
Y esto pasó con el test del VIH, que en diferentes países barajaban diferentes baremos de fiabilidad.
Entonces tu podías dar positivo en Australia y negativo en USA si te hacías el test ELISA que es un tipo de TCP-PCR como este.
Este es el problema intrínseco que tiene el test PCR para un diagnóstico de infección viral, y que su creador, Kary Mullis, no se cansó de repetir hasta su muerte que esta aplicación de su invento era completamente falaz.
Los cebadores que se utilizan para detectar el ARN del supuesto virus no son específicos.
Entonces al no ser específicos para el coronavirus que se está buscando, si detecta algo está detectando cualquier coronavirus.
Los coronavirus son muy usuales en cualquier proceso de acatarraminto de afección de garganta, de catarro, de tos, es muy normal encontrar coronavirus.
Hay un médico alemán que durante la pandemia se dedicó a hacer test de la gripe A, en lugar de hacerlos del coronavirus, los hacía de la gripe A.
La gente daba positivo y les decía: «no te preocupes, tienes gripe A».
Entonces la gente se iba mucho más tranquila que si pensaba que tenía el coronavirus con el que estaban aterrorizando a toda la población.
Entonces las evidencias que tenemos es que esto, si detecta algo, no está detectando específicamente un coronavirus concreto que se ha propagado a toda velocidad desde Wuhan.
Que es una historia que es cada vez menos sostenible.
Que de hecho la propia OMS ya está diciendo que bueno, que probablemente el SARS-COV 2 ya estaba desde antes…
En fin que la PCR es una historia que bueno…
No hace falta investigar mucho.
Por eso el decano del colegio de biólogos de Euskadi se ha atrevido a pronunciarse sobre eso.
Porque lo de la PCR es algo que clama al cielo.b
Un bulo muy gordo
Ya veremos cómo acaba esto, pero es realmente un bulo muy gordo que están usando para vulnerar cada vez más derechos fundamentales de las personas.
Y documentación científica que lo sostenga no hay.
Lo unico que lo sostiene es algo que ya dijo Goebbels: tu repites un mensaje un cierto número suficeinte de veces en los medios y se convierte en verdad absoluta.
No hacen más que repetir los contagios…
¿Pero en qué está fundamentado eso? ¡es sólo humo!