
Hoy quiero hablarte sobre alimentación, sobre alimentación saludable. Si, más información sobre alimentación. Ya sé que los medios y la misma red están del todo saturados de información sobre cómo alimentarnos. Pero es que lo que yo tengo que decirte, casi no se dice. Hay muy poca información sobre lo que quiero transmitirte en este podcast de hoy.
Te doy la bienvenida al Podcast Vida en Salud, el podcast que te inspira a llevar una forma de vida de lo más saludable. Este proyecto es mi iniciativa y yo soy Diana Valeria.
Este Podcast tiene la intención de difundir información que nos inspira y ayuda a reflexionar sobre qué es salud, preservarla o recuperarla y mejorar nuestra calidad de vida. Entendiendo la salud desde el punto de vista más amplio que te puedas imaginar.
Para mi tu salud incluye:
Tu entorno y tu interior, tu familia, tus relaciones, tu trabajo, la sociedad en que vives, tu religión o prácticas espirituales, tu alimentación, tus vecinos, tu comunidad, tus creencias, estudios, tus sentimientos y emociones, tu forma de pensar, las limitaciones con que te encuentras, tu economía y finanzas, el ambiente político de tu país y tu tendencia política, tu cultura, el aire que respiras, tus amigos y enemigos, tus hobbies, tus aversiones, tus elecciones, tu pareja, tus hijos,…
¡En fin! Todo aquello con lo que de una manera o de otra, mantienes contacto. Así que toco una amplia variedad de temas que son los muchos aspectos que afectan, influyen y están relacionados con tu salud.
Como no sé en qué punto estas, te propongo que, si te interesa el tema, me contactes y me digas qué aspecto de la salud te está preocupando en este momento. De esta manera colaboramos para darle al programa el contenido que tu necesitas. Puedes contactar conmigo en dianavaleria.eu/contacto.
Antes entrar en el tema de hoy, quiero decirte que soporto sobre mis espaldas una larga trayectoria de interés por la alimentación. He estudiado, investigado y experimentado largo tiempo los fundamentos de una alimentación saludable, o adecuada para mi especie.
Desde mi nacimiento fui omnívora, en los 80 fui vegetariana, en los 90 macrobiótica, al llegar al 2000, tanteaba diferentes opciones y desde entonces hasta hoy he pasado por flexi-macrobiótica, flexi-vegana, vegana y flexi-crudívora. De todo ello he aprendido y he llegado a conclusiones interesantes. Ahora he dejado de enfocarme tanto por lo que como y mi interés sobre los procesos orgánicos se ha centrado más en la desintoxicación/depuración/eliminación, que son mucho más desconocidos, tanto para mi, como para el paradigma médico actual.
Ahora que ya te he pasado mi currículum, vamos a abordar el tema de hoy xD
Componentes de una alimentación saludable
Cuando pensamos en alimentarnos la idea que se forma en nuestra mente es comer. Ésta es una idea inducida, porque no solamente nos alimentamos de comida. En realidad todo aquello con lo que entramos en contacto nos alimenta de una forma u otra.
Las relaciones pueden ser nutritivas o todo lo contrario: tóxicas. El aire que respiramos puede ser nuestro alimento primordial, o el más terrible de los tóxicos, que cause la muerte en pocos minutos. Estos son algunos ejemplos de cómo funciona la cosa ¿lo vas viendo?
Con lo que comemos que, insisto, no es lo único que nos alimenta, pasa lo mismo: Los alimentos pueden ser extraordinarios nutrientes o terribles venenos. Y no te creas que se puede simplificar tanto y decir: este alimento es veneno, este otro es nutritivo. No. Esto no funciona así. Todos los alimentos tienen su componente nutritivo y su componente tóxico. Todos. No hay ninguno que sea solamente “bueno” o solamente “malo”. Incluso aquellos alimentos calificados por el sensacionalismo como milagrosos, buenísimos, “grandes sanadores con propiedades increíbles para todo”, vamos, la panacea! Cumplen con esta condición: en alguna proporción son tóxicos para los humanos.
Esto no es difundido por la OMS, a pesar de que este organismo cada año hace una revisión de su famosa pirámide alimentaria, que tiene la finalidad de indicarnos cómo y qué hemos de comer a diario. Esta verdad que subyace a todas sus indicaciones, no nos la cuentan.
Y pensarás que estoy exagerando, que la sensacionalista soy yo. Pues mira, invito a cualquier experto en nutrición, doctor en medicina, o lo que sea que se considere que tiene autoridad en el tema, a que desmienta, con pruebas empíricas, lo que digo. !Ahí queda eso!
Realmente, la posición más noble que podemos tener en cuanto a esto es la de documentarnos y reflexionar sobre ello.
Volviendo a la pirámide de la OMS y a la OMS misma, quiero avanzar algo sobre esta organización gubernamental: no te dice la verdad, no está a favor de tus intereses ni de tu salud. Y esto es algo que vamos a ir viendo y va a quedar ampliamente demostrado a lo largo de los capítulos del programa. dedicados a la alimentación.
En la afamada pirámide alimentaria de la OMS se transmite que los seres humanos somos omnívoros y que, en todo caso, nuestra dieta ha de ser muy variada y contener “de todo”. Y yo te aseguro que seguir estas indicaciones es el método más seguro para debilitar seriamente tu salud.
No somos omnívoros y las mezclas nos sientan realmente mal, aunque nos hayamos acostumbrado a ellas. Para la mayoría de nosotros una digestión pesada y difícil, es una digestión normal. Y la empezamos a sentir “anormal” cuando traspasamos todos los límites de tolerancia. Pero en ese momento nuestro sistema digestivo ya está tocado y el médico nos indica que necesitamos, por lo menos, tratamiento.
Tratamiento que intuyo es el objetivo de toda la información que se distribuye sobre alimentación. O dicho de otro modo: Es muy probable que la información falsa y tergiversada que se está haciendo pública en lo referente a la alimentación, está destinada a que, más pronto o más tarde, necesites un tratamiento médico o una intervención incluso más agresiva.
Ahí lo dejo, es una hipótesis. Pero es un buen punto para iniciar una reflexión sobre qué preceptos nos impulsan a alimentarnos como lo hacemos.
Y es que estas premisas de la OMS, están fuertemente implementadas en el subcosnciente colectivo. Tanto es así que incluso quienes optan por dietas “sanas”: mediterráneas, vegetarianas, macrobióticas, veganas, la que sea, que hay muchas, todas llevan implícitas las premisas de que hay alimentos buenos y alimentos malos y que hay que comer muy variado porque hemos de ingerir los elementos de que estamos compuestos tal cual.
¿Y crees que se han podido hacer investigaciones científicas suficientemente rigurosas para poder afirmar qué necesita nuestro organismo?
Pues la verdad es que lo que sucede dentro del cuerpo humano en vida, sigue siendo un misterio. Por más burradas (porque son verdaderas burradas) que se han inventado para intentar registrar datos sobre el funcionamiento de la vida orgánica, ningún científico puede asegurar qué pasa dentro de un organismo vivo.
Un organismo vivo no se puede ver por dentro porque el mero echo de investigarlo implica una alteración en las dinámicas de la vida, y lo único que se ha podido investigar a fondo es el cuerpo inerte y sin vida de los cadáveres.
En ningún laboratorio se han podido recrear las condiciones idénticas a las de un organismo vivo, por que se desconocen los procesos que éste lleva a cabo, en realidad. Todo lo que se supone que sabemos, no son más que hipótesis que pueden ser desmentidas por un nuevo descubrimiento que nos dará una nueva visión, también incompleta y parcial, de cómo la vida se mantiene a sí misma en nuestros cuerpos.
Así que cualquier aportación que se haga desde las “cátedras” del saber sobre nuestras necesidades, es transitoria. Cualquier afirmación que se haga sobre qué es bueno o malo para nosotros, para favorecer el proceso de la vida, y por tanto la salud, puede ser desmentido y considerado un factor de enfermedad en un futuro inmediato.
Por ponerte un ejemplo te voy a explicar una anécdota verídica:
Un equipo de médicos de varios países europeos, “especializados” en oncología consiguió una subvención para hacer una investigación sobre cuáles eran los factores en la dieta que más influían sobre el desarrollo del cáncer en las sociedades del primer mundo.
Este estudio iluminó algunos factores desencadenantes del cáncer que pueden ser “regulados” con la dieta. Uno de los descubrimientos fue que los alimentos cocinados a la plancha eran muy tóxicos. Esto es así debido a la transformación que sufren las “grasas” (tanto las que usamos para cocinarlos, como las que algunos contienen) a altas temperaturas. Se convierten en ácidos grasos transaturados o más comunmente conocidos como “grasas trans”. Esta transformación del componente lípido contenido en un alimento (sobre todo si es de origen animal), hace que esas moléculas (las “trans”) sean prácticamente imposibles de eliminar por nuestro organismo mediante sus procesos naturales específicos de limpieza, con lo que se acumulan en los tejidos dando lugar a depósitos de residuos que deterioran el funcionamiento orgánico general y producen alteraciones celulares a nivel local.
¿Cuántas veces has oído decir a un profesional de la medicina o de la nutrición, o has leído en un medio informativo acreditado, que para bajar peso, o para bajar un índice considerado alto de colesterol, hay que comer carne y pescado a la plancha?
Pues bueno, ya me has entendido ¿verdad? Con esto te lo he dicho todo, no hace falta insistir. A buen entendedor, pocas palabras le bastan, decía mi amada abuela.
Y no creas que este es el único mito sobre alimentación sostenido por “la ciencia” que se ha desmontado. Porque generalmente no se le da mucho bombo a este tipo de informaciones que desmienten lo que ha sido inducido con tanto esmero en el subconsciente de todos y cada uno de nosotros.
Yo no voy a seguir hablando más sobre esto. Solo quiero abrir esta reflexión para entrar en el debate. Debate al que te invito a participar. En próximos episodios podemos ir profundizando sobre estas y otras cuestiones referentes a la alimentación humana. ¿Te parece interesante el reto? ¿Tienes algo que añadir?
¿Te parece muy descabellado lo que digo? ¿Vas a concederme el beneficio de la duda o me vas a sentenciar como mentirosa sin cuestionarte y entrar en reflexión?
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¡Ahí lo dejo! ¡Ya está! Ya te he explicado lo que tenía rondándome sobre alimentación.
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Muchas gracias por escucharme. Gracias por acompañarme en este viaje en que nos proponemos mejorar un poquito el mundo en que vivimos, aportando mayor calidad de vida a las personas que componemos esta amada humanidad. Gracias también a Kitflus por cederme las fantásticas melodías que animan la cabecera y el final de cada programa. Son creación suya y me parecen geniales.
Kitflus es un gran músico internacionalmente reconocido, ha formado parte de las bandas de jazz más destacadas y mundialmente conocidas. Si quieres conocer más de su trabajo, te dejo su perfil de facebook: facebook.com/kitflus.josemasportet. Y te dejo también su email: kitflus@kitflusound.com
¡Y recuerda!
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Bueno pues hasta aquí he llegado con el programa de hoy. Sé que he sido muy terrorista tocando el tema de la alimentación en estos términos, pero este es el fruto de las reflexiones que me he hecho a lo largo de más de 30 años. Tiempo en que he llegado a las conclusiones que he empezado a compartirte y que te voy a seguir compartiendo.
Espero tus aportaciones y reflexiones como agua de mayo ¡Comencemos el debate!
Que pases muy buenos días y excelentes noches.
¡Hasta la próxima!