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52. Los trastornos intestinales (I) Funciones de la microbiota

Trastornos intestinales que dificultan la digestión
Vida En Salud
52. Los trastornos intestinales (I) Funciones de la microbiota
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Introducción

Desde que publiqué el episodio 49, en que hablo de la microbiota asociada a la salud integral del individuo, he estado recibiendo mensajes de personas que padecen problemas intestinales de diversa índole. Ellos me piden consejo, por si yo sé algo que ellos todavía ignoran o tengo alguna visión que les pueda ser reveladora. 

Porque quien padece de este tipo de problemas, los padece de verdad. Además suele ser algo lento de recuperar encontrar la fórmula que lo consiga, tiene no poca complicación.

Por eso hoy te voy a hablar de este tipo de trastornos. De los trastornos intestinales.

Bienvenida y presentación

Te doy la bienvenida al Podcast Vida en Salud, el podcast que te inspira a llevar una vida saludable. 

Esta propuesta es mi iniciativa y yo soy Diana Valeria.

Declaración de intenciones

Nosotros pensamos que nadie más que tú es responsable de tu salud, que tú eres la persona más adecuada para cuidar de tu cuerpo y de tu vida.

Creemos que si cedes tu responsabilidad estás renunciando a tus derechos y a tu libertad.

Y por esto hemos decidido ofrecerte información, conocimiento e inspiración que te ayuden a tener la capacidad de tomar las decisiones más acertadas sobre tu salud y la de los tuyos.

Entendemos la salud desde un punto de vista muy amplio. Así que no te extrañe encontrar información sobre los muchos aspectos que afectan a la vida y que no se suelen vincular con la salud, aunque, para nosotros, lo están.

¿Porqué es interesante para ti esta información sobre los trastornos intestinales?

Por un lado porque nunca se sabe lo que te puede pasar a ti.

Y por otro, mira, si puedo aportar claridad a alguien que lo esté padeciendo, será un gran regalo para mi y seguro que para también para él.

Pero ya te adelanto que es muy probable que, aunque tengas la suerte de no tener trastornos intestinales manifiestos, seguramente tengas más de un factor de riesgo de padecer en algún momento de tu vida, algún trastorno digestivo más o menos grave. Esto en el mejor de los casos. En el peor de ellos, se te manifestará directamente una enfermedad autoinmune o un proceso neurodegenerativo y ambos tienen muy difícil retorno.

Así que te recomiendo encarecidamente que atiendas esta información e intentes autodiagnosticarte lo  más acertadamente posible.

Te recuerdo  que tenemos el grupo de Facebook para hacer consultas si lo necesitas y que puedes enviarme un email a vidaensalud@dianavaleria.es si lo necesitas.

Los trastornos intestinales

Cuando hablamos de trastornos intestinales nos referimos a, por ejemplo:

  • Gastritis
  • Enteritis
  • Colon irritable
  • Intestino irritable
  • Intestino permeable
  • Enfermedad de Crohn
  • Reflujos
  • Acidez
  • Úlceras gástricas
  • Digestiones difíciles o pesadas
  • Dolor abdominal y del vientre
  • Diarrea
  • Estreñimiento
  • Gases
  • Incontinencia fecal
  • Distensión abdominal
  • Problemas al tragar
  • Dificultades para la alimentación (me gustan solo algunos alimentos y pocos, o me sientan mal muchos, alergias, intolerancias,…)
  • Olor muy ácido en las heces
  • Heces hediondas
  • Colitis
  • Enteritis
  • Diagnóstico de algún tipo de infección por bacterias

Y  también te sirve esta información si tienes:

  • Diagnóstico de invasión por parásitos
  • Anemia o falta de cualquier nutriente en sangre
  • Ganancia de peso injustificada
  • Pérdida de peso injustificada
  • Baja inmunidad (infecciones recurrentes, resfriados, gripes)
  • Insomnio
  • Mala memoria
  • Baja capacidad de concentración
  • Trastrosnos alimentarios
  • Depresión 
  • Baja autoestima
  • Dificultades de comprensión 
  • Alzheimer
  • Parkinson
  • Síndrome de Tureau
  • TDH
  • Esclerosis
  • Dolores articulares
  • Problemas cutáneos
  • Inflamaciones
  • Anginas o sinusitis, recurrentes o crónicas

Y la verdad es que esta lista refleja tan solo una parte de los problemas que podemos tener que, en muchos casos, por no decir la mayoría, que están relacionados con los problemas digestivos y que podríamos resolver mejorando la salud de nuestro intestino.

Para realmente poder aportarte algo útil si tienes un problema intestinal (o cualquier otro de los que he listado), voy a empezar a hablarte de lo primero que necesitas saber: cómo es tu sistema digestivo. Si lo comprendes podrás establecer una relación empática con él y entender mejor sus mensajes.

Cómo es el intestino

El intestino es un órgano tubular hueco y es muy largo. Seguramente ya lo sabes, pero no está de más recordártelo. 

Este tubo, se repliega haciendo múltiples curvaturas. Como una carretera que se empina por una cuesta en una montaña. Hace esto por un lado para poder acomodarse en la cavidad abdominal y por otro para extender la mayor superficie posible. Porque sobre esta superficie se da la absorción de los nutrientes provenientes de los alimentos y que han de abastecernos de la energía necesaria para mantenernos en las más óptimas condiciones de vida posible

La absorción de los alimentos, una vez procesados por estómago, tiene lugar en el intestino delgado. Principalmente en sus dos primeras partes (el duodeno y el yeyuno).

Para aumentar aún más su superficie y poder abastecer todas las demandas metabólicas (provenientes de la alimentación celular), todavía se repliega más en sí mismo formando pequeñas protuberancias en forma de dedo llamadas vellosidades que aumentan la superficie de absorción.

Se dice que si desplegáramos el epitelio (la piel) del intestino sano de un adulto, ésta tendría la extensión de dos canchas de tenis, por lo menos.

Las vellosidades intestinales están revestidas por las células llamadas enterocitos, que son las células que absorben los alimentos para pasarlos a la corriente sanguínea y de esta manera alimentarnos.

Así toda la superficie de la piel interna del intestino forma como un entramado  de crestas, colinas y valles (haciendo un símil a la orografía de la tierra) y sobre este paisaje viven los enterocitos.

Los enterocitos están inmersos en un proceso de renovación constante que está regulado por bacterias simbióticas que también viven en la superficie del intestino, esto es la microbiota.

Te invito a escuchar el episodio 49 en que hablo de la  microbiota más en profundidad.

Si la población de estas bacterias es pobre (si son pocas) los enterocitos no reciben suficiente protección y se desgastan antes de llegar a ser reemplazados por los nuevos. Se tornan incapaces de cumplir las funciones de descomposición y absorción de los nutrientes y, además de producir trastornos digestivos de diversa índole, llegan a volverse cancerígenos.

Las bacterias que habitan el intestino son la clave para que el intestino funcione correctamente y cumpla su cometido:

  • Protección frente a invasiones externas, no permiten que microbios oportunistas se aniden en el intestino.
  • Descomposición de los macronutrientes en micronutrientes aprovechables por las células y posterior la asimilación de estos micronutrientes.

¡Pero es que además estas bacterias participan en la síntesis de sustancias imprescindibles! 

  • Para la asimilación de los nutrientes (vitaminas y proteínas)
  • Para la generación de neurotransmisores y hormonas.

Y  además hacen labores de regulación muy importantes para nuestro organismo.

  • Mantienen el ambiente limpio de patógenos (microorganismos invasores que nos dañan).
  • Regulan la sensación de saciedad o de tener necesidad de nutrirnos (hambre).
  • Regulan la “permeabilidad” de las paredes del intestino.

Crean una capa (un film) sobre el epitelio intestinal (la piel del intestino), que aísla las paredes del intestino. Es como un revestimiento que regula qué se filtra hacia adentro del organismo y qué sigue su viaje hacia el colon para ser luego expulsado.

El filtro es por tamaño. Las bacterias forman el film uniéndose las unas a las otras y crean una estructura que sólo deja espacios de un diámetro que solo permite el paso de los micronutrientes que necesita la célula y que son los únicos que han de pasar al torrente sanguíneo. 

Cualquier molécula de mayor tamaño, que además podría suponer un problema para el organismo (como es el caso de los macronutrientes), se queda en el tubo y sigue su viaje hacia el WC.

Si hay pocas de estas bacterias, no conseguirán acercarse lo suficiente y los espacios que dejarán entre ellas tendrán un diámetro mayor al de las moléculas simples y se les colarán hacia adentro del ambiente orgánico moléculas más complejas de mayor tamaño, que son tóxicas dentro del organismo.

Cuando hablamos de intestino permeable, nos referimos a esto.

Un número de estas bacterias menor al necesario en el intestino, tiene como consecuencia que las funciones que ellas ejecutan se quedan sin hacer o se hacen a medias.

Así que, junto con el intestino permeable, pueden coexistir trastornos digestivos de todo tipo y muchos otros diagnósticos, problemas orgánicos y malestares, porque es mucho lo que estas bacterias hacen por nosotros.

  • Las hormonas que son sintetizadas en la microbiota, no serán sintetizadas y se producirán desequilibrios hormonales generando problemas endocrinos.
  • Las vitaminas y proteínas que son sintetizadas por la microbiota no serán suministradas cuando sean necesarias, generando estados carenciales que tienen mayores consecuencias.
  • Las bacterias del intestino no mantendrán a raya a los microbios provenientes del exterior. Esto hará que se produzcan diferentes tipos de infecciones que se resolverán con dificultad y además se irán repitiendo en el tiempo (infecciones recurrentes) e incluso pueden llegar a ser diagnosticadas como crónicas.
  • Proliferarán en el sistema digestivo bacterias y otros tipos de microorganismos que excretarán sustancias y gases tóxicos, produciendo inflamaciones , gases, cólicos o incluso estreñimiento.
  • Las digestiones se harán con dificultad porque las pocas bacterias existentes en el intestino no participarán en la descomposición de los alimentos.
  • Habrá una escasa asimilación de nutrientes.
  • El organismo entrará en un estado de intoxicación generalizada que derivará en inflamación de las articulaciones, con el consecuente dolor, y después el dolor se puede ir extendiendo por todo el cuerpo de forma progresiva.
  • La obesidad puede establecerse, debido a la inflamación generalizada, la sensación de falta de saciedad producida por la carencia de nutrientes necesarios y la acumulación de tóxicos y grasas en el cuerpo.

Tengo mucho más que explicarte sobre los trastornos intestinales y la microbiota, mucho. Pero el episodio de hoy ya se va haciendo demasiado largo.

Así que te emplazo a la siguiente entrega de esta serie en que seguiré describiendo la microbiota, para que tengas pautas que te ayuden a detectar qué puede estar pasando en este nivel de tu organismo. Y te recuerdo que, aunque no sufras trastornos digestivos, puede estar afectándote alguna alteración de la microbiota.

Y espero que tengas muy en cuenta que tu microbiota te hace un ser único y aue mantener un buen estado de salud de tu microbiota es de las mejores cosas que puedes hacer por ti.

Es la mejor forma en que puedes amarte.

Enlaces

Si quieres escuchar el episodio 49. Microbiota y salud integral, haz clic aquí

Enlaces Vida en Salud

Agradecimientos

Muchas gracias por escucharme. Gracias por participar. Gracias por tus comentarios y sugerencias. Gracias por estar dándole sentido a Vida en Salud.Gracias también a Kitflus por la cesión de las melodías del programa.

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