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57. El Elemento Tierra

Salud Taoísta
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57. El Elemento Tierra
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Bienvenida y presentación

Jordi Gutiérrez va a describir el Elemento Tierra y te va a dar buenos consejos para adaptarte al período de su influencia y conseguir una mejor gestión de tu estado de salud.

Te doy la bienvenida al Podcast Vida en Salud, el podcast que te inspira a llevar una vida saludable. 

Esta propuesta es mi iniciativa y yo soy Diana Valeria.

Declaración de intenciones

Aquí te ofrecemos información, conocimiento e inspiración que te ayuden a tomar las decisiones más acertadas sobre tu salud y la de los tuyos.

Nosotros pensamos que nadie más que tú es responsable de tu salud, que tú eres la persona más adecuada para cuidar de tu cuerpo y de tu vida.

Y dado que entendemos la salud desde un punto de vista muy amplio, no te extrañe encontrar por aquí información sobre los muchos aspectos que afectan a la vida y que no se suelen vincular con la salud, aunque, nosotros creemos que sí lo están.

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Introducción

Ya regresamos, esta vez un poco tarde, con nuestro repaso al elemento del momento según la visión taoísta de la salud.

Hoy nos toca el Elemento Tierra.

Si acabas de llegar o quieres hacer un repaso, te voy a dar un pequeño recordatorio de dónde puedes encontrar los episodios previos de la serie sobre Salud Taoísta.

Si no has oído ninguno o si necesitas repasar algún concepto, te van a ir muy bien.

Y ahora vas a escuchar la primera parte del Elemento Tierra.

Ubicando el Elemento Tierra

Ya prácticamente tenemos descritos todos los elementos y hemos dejado este para el final. Ya que es un elemento que no requiere ser colocado en una estación del año.

El Elemento Tierra, como no es ninguna estación, pero está dentro de todas, pues podemos hablar de él en cualquier cambio de estación.

Ya habíamos hablado de los cinco elementos, de qué representaban los cuatro elementos anteriores que vimos:

Todos ellos son 4 puntos cardinales y representan 4 estaciones del año, 4 tipos de clima diferentes, 4 momentos de la vida.

Los 4 Elementos representan 4 puntos cardinales y para que existan esos 4 puntos ha de haber alguien en medio. Es decir el ojo del observador.

Eso es el Elemento Tierra.

El centro desde el cual se delimitan los 4 puntos cardinales.

Así que en Taoísmo, en Feng Shui, en Medicina China, el Elemento Tierra representa la energía que viene del centro de la tierra. Es decir, el lugar donde yo estoy.

El Elemento Tierra, en la rueda de los 5 Elementos, se coloca después del Elemento Fuego, al final de verano, porque es un reposo de la naturaleza.

Es cuando la naturaleza está absolutamente quieta.

Sus Características y dones

En primavera hay un inicio de expansión, en verano hay una expansión absoluta, en otoño hay una contracción, en invierno hay una contracción máxima.

El Elemento Tierra es cuando la naturaleza no se está expandiendo ni contrayendo, por eso representa el estío, al final el verano cuando la naturaleza está quieta.

Son esos días que tenemos tanto calor que no podemos casi ni utilizar la mente. Que nos dejamos cocer al sol, que no tenemos ganas de ninguna actividad.

Y eso fructifica. Es decir, el fruto de ese reposo final, después de haber recibido la luz del Sol durante el verano, es lo que nos da los frutos en septiembre, durante el otoño.

Así que el elemento Tierra es el centro, es un momento de quietud. Es una estación del año, que dura 72 días, igual que las otras, según el taoísmo y está compuesta por los 18 días que hay alrededor del cambio de estación.

Por ejemplo 9 días antes y 9 días después del 21 de marzo, esos 18 días, no es ni invierno ni primavera.

¿Para qué sirve esto?

Para desacelerar el invierno, es decir que no haga tanto frío y comenzar a iniciar energía primaveral.

Es una época que podemos llamar interestación y sirve para que no pasemos de estar a 2ºC y de golpe a estar a 18ºC. Para que el cambio estacional se produzca con una transición, porque eso es lo que garantiza la vida en el planeta Tierra.

El funcionamiento de los cinco elementos, no entra dentro de las Leyes del Universo, entra dentro de las Leyes del Planeta Tierra, que está diseñado para que se cree vida dentro de él y que esa vida se pueda perpetuar durante el suficiente tiempo como para que pueda evolucionar.

Para que pueda desarrollarse.

La evolución humana

Primero ser buen superviviente, después tener objetivos más allá de la inteligencia enfocar hacia unos objetivos de desarrollo espiritual.

Llegar hasta el máximo punto posible de devolución. De evolución espiritual. Pues venimos a la Tierra a desarrollar la compasión y el desapego, a pesar de aquí abajo tener el miedo y el apego.

Entonces desarrollar la compasión teniendo miedo, es un gran mérito, es una evolución espiritual. Desarrollar el desapego, teniendo aquí tantas cosas a las que apegarte. Tanta cosa material y tantos afectos, es un gran mérito.

Y aquí venimos a hacer méritos. A trabajar, a crecer, a aprender. A aprobar asignaturas.

Cómo aprovechamos esta energía

Esos 18 días que hay entre una estación y otra, esos cuatro huecos que se llenan durante el año, son 72 días. Igual que el resto de las estaciones. que se cuentan por meses lunares.

¿Qué hacemos dentro de esos 18 días?

La cura del cambio de estación.

Te preparas para la estación siguiente.

Por ejemplo ahora nos encontramos en el momento de la transición verano-otoño.

Pues la cura de 9 días, después del 21 de septiembre, es encontrar un par de días dentro de esas fechas para estar 2 días comiendo lo mismo. En este caso uvas, si puede ser.

La uva va a ser el fruto de la estación, de la próxima estación.

Es el que nos va a preparar para tener energía, ya que el otoño como habíamos comentado en el elemento Metal, el otoño te desacelera. Te hace bajar los niveles de energía.

La cura de uva de te llena el depósito energético, te llena de nutrientes y a la vez hace que descanse el aparato digestivo. Limpias un poquito el colon que es el compañero del pulmón, que rige el otoño.

Así que es un buen momento para eso.

Eso cuando estás sano.

Si ya tienes síntomas otoñales, sobre todo resfriado, rinitis, entonces puedes hacer la cura de higos secos que tienen grandes dosis de hierro y vitamina C, te ayudan a combatir el resfriado y de paso te sirven de cura de otoño.

Al ser secos absorben la humedad y la flema y, parece ser que, la síntesis de hierro y Vit. C es más alta en el higo seco que en el fresco. Entonces es mucho más útil para curar el resfriado. Y yo no sé si una cura de higos frescos de 2 días, le sentaría bien a una persona, yo no lo he probado.

Pues esto es lo que hacemos en el Elemento Tierra. Detenernos para dejar que ocurra algo. Para dejar que venga una estación nueva, para dejar que venga un Elemento nuevo.

El Elemento que nos conecta con 12

El Elemento Tierra se encuentra entre todos los elementos, entre uno y el otro.

Lo que pasa es que, en la rueda de los cinco elementos, para aplicarla al Feng Shui, la ponemos después del Elemento Fuego y antes del Elemento Metal. Esto se usa para la Medicina China y sobre todo para el Feng Shui.

Entonces, repitiendo cada uno de los dos elementos, por ejemplo el Elemento Agua Yang más Agua Yin, y un Elemento Tierra en medio, y así con todos los Elementos, salen 12 que son los 12 signos del Horóscopo Chino y también los 12 meridianos de Acupuntura, que cada uno tiene un punto que corresponde a un animal del Horóscopo Chino.

Está todo muy cuadrado en el Taoísmo, todo es muy geométrico, muy aritmético, al final casi todo se puede encajar bastante bien.

Cómo nos afecta el Elemento Tierra

Inmobilidad

La Tierra representa el centro, es la inmovilidad. La inmovilidad productiva.

Es cuando te paras a razonar, a pensar, a asimilar cosas. Cuando te paras a hacer la digestión.

Los órganos, vísceras y funciones que regula

En nuestro organismo el elemento tierra actúa desde el Bazo y el Páncreas como órganos y el estómago como víscera.

Así que el Elemento Tierra se encarga de gestionar la linfa.

Sobre todo se ocupa de mover los líquidos de cintura para abajo. En la zona reproductora y piernas es donde, sobre todo en la mujer, se retiene más líquido de tipo linfático, cuando hay fallos en el Elemento Tierra.

Y se ocupa también de la gestión de los azúcares. Los azúcares perjudican al estómago y esto afecta mucho a los músculos, debilitándolos.

Así que cuando tenemos fallos en el elemento tierra nos puede fallar la circulación linfática, la gestión de los hidratos de carbono, o los músculos.

Podemos tener falta de tono muscular, delgadez y debilidad en los brazos y en las piernas, sobre todo, y esa sensación de que no tienes capacidad para levantar peso, o para correr, o caminar mucho.

Es la sensación de que tus músculos no te van a responder.

Cómo se puede deteriorar “nuestro Elemento Tierra”

Hay 2 cosas que “estropean” el Elemento Tierra, que a lo mejor es una sola.

O lo que somos, o lo que comemos.

Es decir, o lo que piensas, o lo que comes.

El programa de vida que te están montando, el que te viene heredado y que tú aceptas y qué comes para seguir manteniendo ese programa de vida. Al elemento Madera, al hígado, le afecta la agresividad. Para ser agresivo comes carne, que es adrenalina. Comes carne y sal, que te mueve mucho los riñones, las suprarrenales.

Cómo nos sirve el elemento Tierra

El Elemento Tierra sirve para la reflexión.

Necesita mucho de la mente para aprender de la experiencia. Porque el elemento Tierra es un parón en el que tú piensas, analizas fríamente y te preparas para lo que te venga.

Después de cada experiencia, por ejemplo, pues yo que sé.

Tienes que salir a un circo, a cruzar una cuerda con una pértiga en las manos.

Después de haber hecho eso, con toda la adrenalina que te ha supuesto, terminas, te quedas quieto, tu mente se queda en blanco. Lo que estás haciendo es asimilar la experiencia para la próxima vez hacerlo mejor. 

O quizá para la próxima vez no hacerlo, si te ha resultado muy desagradable.

Es el Elemento que cierra y abre. Cierra el anterior y te prepara para el siguiente.

Es el aprendizaje, es lo que te sirve para hacer las cosas cada vez de una forma diferente. Intentando que sea mejor.

Es cíclico, como una espiral. Vas pasando por los elementos y encuentras motivación para aprender algo porque sabes que lo vas a volver a pasar.

En verano aprendes a ser feliz, luego hay una interestación en la que te paras, no eres ni feliz. ni infeliz, y así puedes en otoño albergar la tristeza dentro de ti y que resulte un aprendizaje y no un sufrimiento.

Es decir, para saber gestionar la melancolía.

Así que cada cada elemento te lleva al siguiente y te lleva a ser una persona más completa, mejor superviviente.

Así que, en principio, el Elemento Tierra nos sirve para reflexionar, así que lo que necesitamos es cerebro. 

Para que nos funcione mucho el cerebro ¿qué necesitamos?

El incendio de un hidrato de carbono.

Los hidratos de carbono (azúcares)

Si los hidratos de carbono que comemos no son los adecuados, son azúcares blancos, hidratos refinados, son azúcares de asimilación rápida. Que caen en tu cuerpo y necesitas gastarlos inmediatamente. 

Además combusten un montón de minerales y oligoelementos. A veces te dejan sin calcio, simplemente, para hacer la combustión. 

Eso te activa mucho la mente y te conviertes, momentáneamente en una persona con una mente hiperactiva.

Entonces empiezas a crear muchas asociaciones de ideas, o a proyectar muchas cosas que quieres hacer durante esa hiperactividad.

Cuando te baja el azúcar, no tienes fuerzas para resolver todas esas puertas o enigmas que has abierto, así que necesitas más azúcar.

Esa sería la primera adicción al azúcar,al hidrato de carbono rápido. 

Luego hay muchas más adicciones. Desde la del sabor, que el azúcar es muy dulce y cuando se te acaba, te deja un regusto amargo en la boca. Entonces le echas más dulce para tapar ese regusto.

La asimilación de las cadenas de moléculas de azúcar, siempre dejan una molécula libre que necesita asociarse con otra, así que te está pidiendo continuamente más azúcar para seguir haciendo enlaces.

Hay muchos tipos de adicciones que se generan desde ese tipo de hidrato de carbono rápido, te activan mucho la mente y tienes que estar alimentándola continuamente.

Como puede hacer un chaval que está delante de un ordenador horas y horas y días, a base de refrescos con azúcar. Que es lo que le mantiene despierto.

Eso, a la larga, produce fallos en el páncreas, por agotamiento, básicamente. Llega un momento que ya no puedes gestionar los hidratos de carbono y te vuelves diabético.

A la larga, también falla el compañero del páncreas, el bazo. Así que vas a tener un montón de problemas para eliminar los cadáveres de los glóbulos rojos que se albergan en el bazo, mover la linfa del cuerpo y es probable que tengas retención de líquidos.

Y luego empezarás a tener problemas en el estómago. Como úlceras, o proliferación de Helicobacter Pylori y otras bacterias patógenas que se quedan enganchadas en el estómago pidiendo más azúcar.

Claro, es que en el Juego de Tronos del aparato digestivo, allí hay una serie de reinos y todos tienen que estar en equilibrio. Si uno de ellos prolifera sobre los otros, se crea una dictadura. 

Toda la colonia de bacterias, se comunican entre sí, pero en la colonia entera se comunica con tu cerebro reptiliano. 

Así que te va a decir: azúcar, azúcar, y tú vas a pensar que a tí te apetece el azúcar, cuando es el bicho que lo está pidiendo, desde la parte de atrás de tu cerebro. Como si te hubieran puesto un altavoz en la cabeza.

Esa es la gran adicción a los hidratos de carbono simples.

Claro, esa es una de las razones por las que te puede fallar el Elemento Tierra. 

La otra, que sería casi lo mismo, es tu actitud.

¿Qué promueve el azúcar?

Actitudes de exceso de pensamiento. 

¿Y qué provoca eso?

Pues una actitud obsesivo compulsiva.

Pensar demasiado te daña el elemento tierra.

Pensamiento obsesivo

Es decir, si estás preocupado por algo, te vas a dañar fácilmente el Elemento Tierra, porque vas a tener tendencia a estar dándole vueltas a ese problema que te preocupa.

Tengo una teoría que es mía. Entonces no puedo avalarla con citas de nadie más, pero.

Así como el dolor postural tarda aproximadamente 12 minutos en instalarse en el cuerpo. Es decir, cualquier postura de trabajo repetitiva a los 12 o 15 minutos a lo sumo, provoca una tensión muscular que se queda fija. Entonces ahí empezamos a tener la contractura, el dolor postural por trabajo.

Pues yo he visto que entre 10 y 15 minutos de pensar en lo mismo, de darle vueltas a la misma cosa sin resolverse, la mente entra en bucle.

Lo he visto con mucha gente, incluso conmigo mismo. Y veo que las actitudes obsesivas se quedan cuando:

  • tienes un problema.
  • piensas en él durante 10-15 minutos
  • no lo consigues resolver
  • no lo sueltas 

Alguna vez me he ido a la cama con un problema de contabilidad en la cabeza, me he puesto a dormir y por la mañana el problema está resuelto.

Es decir, el balance cuadrado a las 6 de la mañana con el despertador

Esa es la manera de resolver las cosas. 

Cuando no puedes con ella, a los 10 minutos la dejas, te vas a hacer otra cosa y luego vuelves. 

De esta manera le das al inconsciente la posibilidad de trabajar eso, de resolver eso que tú no puedes arreglar. 

Ahora bien, cuando lo que quieres resolver en tu cabeza es: porqué tu madre le daba los mejores melocotones a tu hermano y a ti los peores… 

En 10 minutos no solucionas eso. Es decir cuando una cosa es del pasado y ya no tiene arreglo, cuando son cuestiones emocionales: pues “porque fulanito no me quiere”. Pues qué más da, no te quiere, déjalo en paz. No insistas.

Porqué en el mundo tiene que haber gente tan mala. Pues sigue pensando, que vas a necesitar un cuarto de hora y un poquito más.

Cuando nos ponemos planteamientos irresolubles, es evidente que vamos a necesitar más de 15 minutos o varias vidas para resolverlos. 

Ahí empiezan las contracturas mentales.

Nuestra mente se queda como enganchada, contracturada, encabezonada, en mirar fijamente una frase, un problema, sin poder solucionarlo, pero sin querer soltarlo. 

A partir de ahí, empieza a sufrir el Elemento Tierra. 

Y a partir de ahí, para seguir alimentando esa mente que está en bucle y que no descansa, nos hacemos adictos a los polisacáridos. Con lo cual se cierra el ciclo en el que una de las cosas ha provocado la otra. 

De todas maneras, casi siempre, primero viene el pensamiento obsesivo y luego los azúcares. 

Casi siempre es una cuestión interna la que produce el desequilibrio. 

Antes se decía mucho, ahora no se acuerda uno tanto de las lombrices. Pero sigue habiendo un montón de lombrices en los intestinos y en otras partes del cuerpo. 

Antes se decía: “niño, no comas tantos caramelos que te van a salir lombrices”. 

Las lombrices hacían que el niño se pusiera muy nervioso y esos mismos nervios, le hacían comer más caramelos. 

Así que una cosa alimentaba la otra.

Soluciones

Entonces es cuestión de a qué tipo de parásito quieres alimentar cuando comes dulces. 

Puedes preguntarte de qué te están sirviendo, porque siempre sirven para algo. 

El alimentarte de cosas que tienes que comerlas continuamente, cacahuetes o chocolate o caramelos. Es evidente que estamos tapando algún tipo de carencia, de necesidad. 

Pues bueno. Pregúntate qué.

Detener los pensamientos

En principio romper eso, solo se consigue meditando. Que es la única manera de dejar de pensar conscientemente. dejar de pensar constantemente.

Centrar la mente en aspectos de la existencia que nos conectan con el cuerpo, con la vida. 

O poner a la mente a tocar Palmas. 

Es decir. 

Vas a hacer:

Palma/tiempo/palma/palma

Palma/tiempo/palma/palma

Palma/palma/palma

Por ejemplo. 

Y mientras tanto intenta pensar. 

¡Pues a lo mejor vas a tardar un buen rato en poder pensar algo!

A la mente hay que darle un trabajo tonto. 

Cómo cuando tienes un niño que te está molestando en el trabajo y no sabes qué hacer con él. 

Pues le das un trabajo que no tenga mucha importancia, que no tenga que romper nada y que lo tenga entretenido. 

A veces son trabajos repetitivos, de hacer muchas cosas muchas veces. 

Así que hacer una meditación tocando el tambor, como la meditación Nenbutsu, la mente tenga que ocuparse de varias cosas a la vez. 

En el Nembutsu te tienes que ocupar de:

  • Seguir un ritmo, tocando el tambor de madera, suavemente. 
  • Recitar un mantra. 
  • Tienes que mirar de llevar tu respiración. 
  • Tienes que llevar la postura. 
  • Y además tienes que seguir el ritmo del tambor del monitor que lleva la meditación. 

Así que ahí à la mente le quedan muy pocas posibilidades de meterse en tu cabeza. 

El canto

El sonido del Elemento Tierra es el canto. Así como como el del Elemento Fuego es la risa en el Elemento Madera es el grito, el del Elemento Agua es el gemido, el del Elemento Metal es el llanto. 

El del Elemento Tierra es el canto. Es decir, cantar es bueno para el bazo, el páncreas y el estómago. 

Cantar con letra, es decir con toda la conciencia, te impide hacer cualquier otra cosa.

Por lo menos a tu mente le impide cualquier otra cosa. 

De hecho, a veces tú estás pensando, quieres llevar un hilo de pensamiento, se oye una canción al lado tuyo y te es imposible seguir el hilo de tus pensamientos. La canción se sobrepone a ti. 

Esto pasa, sobre todo,  según a qué hercios están grabadas las músicas. 

Hay músicas que tienen tal perfección, que tienen un ritmo que se apodera del ritmo irregular de tus pensamientos y se sobreponen a él. 

Normalmente, lo perfecto se sobrepone a lo imperfecto. Así que una canción bien cantada, o bien construida, se va a superponer a todo lo que tú estás pensando. 

Tiene que ser cantar con letra. 

En principio cantar es bueno para el bazo. Tararear es un indicio de que la zona bazo-páncreas no funciona bien.

Uno, a veces está obsesionado, sus pensamientos dan muchas vueltas y se pone a tararear para quitarse el nerviosismo. 

Pero sólo tarareas porque así puedes seguir con el hilo de tus pensamientos. 

Si pones la música, pero no pones la letra, puedes seguir pensando. Lo que estás haciendo es anestesiar esos pensamientos para que no te hagan daño, pero no los quieres soltar. 

Podríamos decir que la mayoría de gente que estar tarareando o silvando, o murmurando, podríamos decir que está en un momento obsesivo. 

Es decir que por dentro, su mente está demasiado ajetreada dándole vueltas a cosas. Que está preocupada la persona.

La mayoría de veces es así.

El baile

Y sí, cantar es perfecto para optimizar nuestro Elemento Tierra y bailar más todavía, porque incluye la música. Y el hecho de llevar una coreografía te dificulta bastante llevar un hilo  de pensamiento en la cabeza, un hilo de conversación. Es muy difícil.

Eso que hacen en las películas de estar bailando un tango y hablar al mismo tiempo, solo lo puede hacer James Bond, porque es James Bond, pero la mayoría de la gente no puede estar llevando una conversación mientras hace pasos de baile difíciles y la música está sonando de fondo.

Esa sería la forma perfecta de ir sanando nuestro Elemento Tierra.

La meditación

Lo otro es meditar, que eso no habría que dejarlo. Es decir, llegar a disociarte de tus pensamientos. Que estés meditando y que venga un pensamiento a instalarse  delante tuyo y que tú lo mires desde fuera.

En ese momento ocurren dos cosas:

  • El pensamiento se va, porque lo has sorprendido.
  • Te das cuenta de que sois dos: tú observando a tu mente y tu mente ahí pensando.

En ese momento te das cuenta de que eres más que un cerebro, mucho más que un cerebro. Estás descubriendo tu parte divina.

Y el hecho de meditar va haciendo que crees espacios en los que no hay estrés en tí, porque tus pensamientos de han dejado en paz.

Y la verdad es que ganas años de vida.

Las épocas en las que meditas bien y sientes que te está haciendo efecto, notas que rejuveneces y que ganas energía para hacer muchísimas otras cosas.

Es un tiempo muy bien invertido que te ahorra luego perder el tiempo en pensamientos inútiles.

La alimentación

Básicamente tenemos tenemos la alimentación, tenemos la música y tenemos la meditación.

En cuanto a la alimentación ya sabemos lo que nos hace daño, el azúcar simple, pues nos pasamos al azúcar complejo. 

Tomamos el que necesitemos gastar,desde luego. El azúcar es un combustible. La desgracia es que está muy bueno. Se come por apetencia, por paladar, más que nada.

Pero es un combustible, te tomas el que te haga falta. 

Así que los Hidratos de carbono complejos, las harinas integrales, te aportan la energía que necesitas en los momentos en que la necesitas, no se vuelcan todas de golpe no te producen hiperactividad y no te producen bajón.

El equilibrio

De esta manera empieza a ser una persona más reflexiva, que piensa las cosas antes de hacerlas. Que piensa las cosas después de haberlas hecho, también. 

Cuando terminas algo, cuando dices algo, cuando acabas un trabajo, pues reflexionas a ver qué tal ha ido, objetivamente, si lo puedes hacer mejor la próxima vez y si lo haces desasosegadamente, o sea sin acritud, sin nerviosismo, no vas a necesitar culpar a nadie… “es que lo he hecho mal porque fulanito me ha distraído”. No, es que simplemente la próxima vez voy a evitar esto, esto y esto.

La mente sirve para esto. Para la reflexión desapasionada que es la que nos da el verdadero aprendizaje.

En realidad, en medicina, en acupuntura japonesa, para todos los síndromes se tiene en cuenta el hígado.

Por ejemplo: si el Elemento Tierra, que es la reflexión, está mezclado con el Elemento Madera, que es el hígado, que es la agresividad, entonces la reflexión no es objetiva y al final solo vas a necesitar un culpable. Matar a alguien. Decapitar a alguien, condenar a alguien. 

Al final es como eso que se oye a veces en los centros de trabajo.

¿Quién ha sido que se ha dejado la puerta esta abierta?

Bueno lo importante es que la puerta está abierta, el quién ha sido es relativo. Pero parece que lo más importante es el quién ha sido.

¿Por qué?

Porque esa persona está desahogando un cabreo que tiene, simplemente.

No estamos yendo a optimizar el funcionamiento del centro de trabajo, sino que solamente estamos buscando un culpable para desahogarnos con él. 

Porque él es culpable, nos sentimos legitimados para para hacer escarnio de esa persona.

Entonces es tan fácil como eso.

Separar el hígado de todo lo demás.

La mente tiene que funcionar exenta de emociones, para funcionar bien.

Y si tienes emociones por medio que te están haciendo daño, no pienses.

Parece muy difícil de conseguir pero no, no pienses.

Corre, nada, pedalea, da puñetazos a un saco, échate agua fría en la cabeza, pero no te pongas a pensar.

No te quedes quieto pensando y con un cabreo encima. 

Porque te va a dañar el bazo, el estómago, el páncreas y de paso el hígado y la vesícula biliar.

Y la relación con las personas con las que estás y la relación contigo mismo.

Conclusión

Y bien, ya ves lo importante que es el Elemento en el que vivimos. Nos protege. tal vez es por esto que en muchas culturas ha sido considerada como la “madre” la que nos cuida, protege y alimenta. La que vela por nosotros.

¡Y lo importante que es no dejar que la cabeza se embale y piense demasiado en cosas que no puede resolver en poco tiempo!

Y ahora ya tienes unos cuantos conocimientos más, para cuidar mejor esta conexión con el Elemento Tierra.

Enlaces

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Vídeo en el canal de Youtube: https://www.youtube.com/channel/UCaj36Z7bEqdW9SEy2tbeJeg?sub_confirmation=1

Agradecimientos

Muchas gracias por escucharme. Gracias por participar. Gracias por tus comentarios y sugerencias. Gracias por estar dándole sentido a Vida en Salud.

Gracias también a Kitflus por la cesión de las melodías del programa.

Y gracias a Dani por su aportación en este episodio.

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Despedida

Nos reencontramos hablando sobre el Elemento Metal, que corresponde al Otoño.

Recuerda que si cedes tu responsabilidad, también estás renunciando a tus derechos y a tu libertad de elección.

Que pases muy buenos días y excelentes noches.

¡Hasta la próxima!

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